¿Quieres cambiar algún mal hábito? ¿Quieres adquirir uno bueno? ¿Te cuesta
cambiar? No eres tú, es tu cerebro…
El secreto del cambio está en enfocar toda tu energía
no en pelear con lo viejo sino en construir lo nuevo.
Sócrates
Hace poco me
tocó viajar a Europa para asistir a un congreso tecnológico, y fiel a mi
costumbre se me ocurrió pasar por la librería del aeropuerto de Ezeiza. De
golpe encontré en las estanterías un libro que figuraba entre “los más
vendidos” y al que le venía dando vueltas hace un tiempo. El libro se llama “EnCambio” y es la segunda entrega de un
prestigioso neurocientífico argentino: “Estanislao
Bachrach”
Breve
Introducción al Autor
En el rincón del lector no suelo hacer mucho hincapié en los títulos académicos de los autores, pero me parece que en este caso es útil, porque explica buena parte de lo interesante de este trabajo.
Bachrach es Doctor en Biología Molecular de la Universidad de Buenos Aires, y de la Universidad de Montpellier en Francia. Ha sido investigador y profesor de la Universidad de Harvard durante cinco años, con múltiples publicaciones y colaboraciones en libros especializados. En la actualidad es conferencista y asesor de empresas en liderazgo, innovación, creatividad y cambio. Pueden ver más detalles en la solapa de la edición de Sudamericana.
¿Qué nos cuenta en su libro?
El Doctor Bachrach explica de forma “muy amena” cómo funciona el cerebro. Menudo tema…
Lo interesante de su aproximación es que está enfocado en los procesos que afectan como procesamos el cambio. Dicho en palabras que se vinculan a nuestra temática sobre organización y productividad personal, explica entre otras cosas el porqué de los hábitos y cómo se los puede moldear.
No eres tú, es
tu cerebro
Una de los
puntos interesantes entre los muchos temas que explica el libro es el del
“cableado” del cerebro. Si hay algo que no se le puede discutir es que es muy
didáctico. La interacción entre las neuronas y como se crean las conexiones que
dan forma a nuestros pensamientos y procesos mentales es muy clara a la vez que
se percibe sólida y rigurosa desde lo científico. Apoya constantemente sus
explicaciones mencionando estudios, experimentos y publicaciones de los centros
más prestigiosos.
Si bien soy
reacio a utilizar el argumento de autoridad como base para apoyar conceptos y
teorías, los antecedentes del Dr. Bachrach y las numerosas referencias que usa
le hacen poner en juego su prestigio si dice algo sin fundamento, cosa que
valida en buena medida la base científica de su libro. Como muchos trabajos de
divulgación, puede fácilmente caer en la tentación de simplificar demasiado un
tema. Teniendo en lo personal formación científica y no siendo éste un tema de
mi competencia observo gran calidad, solidez y consistencia en sus
explicaciones.
Describe con
simpleza como se forma nuestro ser consciente e inconsciente (siendo éste
último el lugar donde se asientan nuestros hábitos), y cómo podemos desde
nuestra voluntad consciente moldear ese conexionado para que esté alineado con
nuestros intereses. Y lo que es aún mejor, explica porqué es complicado muchas
veces el cambio, porqué puede hacerse sin importar la edad y cómo puede
encararse el trabajo.
Nada como la
experiencia personal
El Dr Bachrach
menciona varias veces que las técnicas que recomienda en su libro las aplicó
personalmente en su vida.
Bueno, en mi
caso les comento que leyendo su excelente libro me encontré que varias técnicas
que había aplicado personalmente en diferentes etapas de mi vida resultaron
expresadas en el texto. Sorprendido me encontré con una excelente explicación
científica del porqué, lo cual fue muy revelador para mí.
Ejemplo:
Cuando era adolescente y empecé con cargas
intensas de estudio sumados a los conflictos típicos de la edad, solía entrar
en procesos de razonamiento acelerados que no me llevaban a ningún lado y me
producían un tremendo stress. Cuando decidía cortar conscientemente la misma
línea de razonamiento, me daba cuenta que la enorme energía que le imprimía al
“negar” u “oponerme” a una idea sólo lograba reforzarla y darle más fuerza.
Mi forma de resolverlo fue asociarlo al
“principio de inercia” de la física. Desde este “modelo personal” el
pensamiento actúa como en una rueda de bicicleta (véanla invertida) a la que
hacemos girar con nuestra mano. Va a girar en una dirección con más o menos
intensidad según cuanto se le imprima fuerza. Cada vez que uno piensa de la
misma manera, le imprime más energía cinética y naturalmente tenderá a seguir
en la misma dirección durante más tiempo. Intentar frenarla repentinamente sólo
producirá un golpe y daños y probablemente falle en el intento. Pero si dejo de
pensar conscientemente en la misma dirección, dejo de imprimirle fuerza al giro
y los efectos de la fricción producirán una lenta pero progresiva detención.
En resumen, la clave era no resistirme tanto,
sino alejar mi mente del tema para así quitarle “fuerza” y dejar que el asunto
muriera “mentalmente” con el paso del tiempo. Créanme que funcionó y me sigue dando
resultados.
El Dr. Bachrach explica con claridad en su
libro, que las conexiones cerebrales se fortalecen cada vez que repetimos ya
sea experiencias o pensamientos, y que con cada vez que pisamos por el mismo
camino cerebral dejamos una huella más grande por la cual el cerebro intenta
luego pasar para ahorrar energía, porque es más sencillo ir por un camino
grande que por uno angosto. Y que si dejamos de repetir de manera consciente
una acción o un proceso mental, dicho camino neuronal pierde fuerza
naturalmente hasta eventualmente desaparecer la conexión. Claramente indica que
la reacción opuesta complica y que la clave está en generar “caminos
alternativos” amplios por donde el cerebro elija pasar la próxima vez.
El hecho de poder hacer esto de manera
consciente es la gran clave del proceso de cambio.
Una pequeña
crítica
Como todo
profesional de la ciencia, el autor recurre de manera frecuente a terminología
especializada. Esto, para quien no esté familiarizado con los términos médicos
(o como bien diría un viejo profesor que tuve de Física Cuántica, “para los
no iniciados”) es a veces un motivo de detención y distracción del núcleo
argumental. Una forma de resolver esto en algunos textos que he visto es crear
un recuadro aparte, incluso con otro tipo de sombreado, donde se recurre a la
terminología compleja y de detalle. De ésta manera, quien está interesado en
esos aspectos del tema tiene el material, y el que no puede seguir adelante con
la parte que le es más didáctica.
En Resumen
“EnCambio” es una excelente
herramienta de aprendizaje básico sobre cómo funciona nuestro cerebro y nos
permite entender de manera sencilla como moldearlo de acuerdo a nuestras
necesidades e intereses.
De lectura
sencilla y agradable, desde mi punto de vista es material obligado para quien
quiera modificar hábitos de manera seria y desde un enfoque profesional.
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