En todas las épocas la información fue crítica. Pero en la actualidad su rol decisivo adquiere un ritmo vertiginoso. Administrarla correctamente es una habilidad básica del profesional moderno y para ello es fundamental entender la diferencia entre dato e información Algunos profesionales son lo suficientemente jóvenes como para no haber vivido la época de la computación personal. Otros sin embargo tenemos el recuerdo de épocas en las cuales la información surgía a ritmos más pausados y predecibles en los cuales había que leer el diario para conseguir cierta información, y donde para obtener determinados datos había que moverse físicamente a los centros donde ésta se acumulaba, léase bibliotecas o archivos generales. Estos eran lugares inmensos repletos de papeles administrados por personas cuyo único objetivo era casualmente mantener un orden tal que pudiera encontrarse el material que se buscara. Es claro que este escenario ha quedado en la historia. En la actual
Organización y Productividad Personal