El mantenimiento del orden de las actividades así como de su organización y planificación es en realidad un trabajo constante y cotidiano. Cuando no lo hacemos de esa forma indefectiblemente tendremos que dedicar energía adicional para que todo entre en caja nuevamente. Organizar las cosas “a la primera” es la consigna. En la medida que crecemos en nuestro nivel de actividad y generamos cada vez un mayor volumen de proyectos, tareas y compromisos, el dejar el re-encauzado de nuestro material para la revisión semanal al estilo GTD puede convertirse en una sobrecarga excesiva y un doble trabajo. O se mantienen las cosas bajo control de manera regular o se termina indefectiblemente afectando valioso (por escaso) tiempo extra. ¿Cuántas personas se pueden dar el lujo de disponer de varias horas un día específico de la semana para poner en orden su sistema de organización? Puede que sean muchas. Pero para mí caso particular, es casi una quimera siquiera considerarlo. El volum
Organización y Productividad Personal