Empezar el día bien plantado es una parte importante de encaminar el resto de la jornada. Pocas cosas nos aportan más dirección que tener en claro hacia donde vamos, donde estamos, que nos espera y por donde empezar.
Más allá de tener un plan bien armado del día, cosa que puede ocurrir o no, lo que he encontrado muy eficaz es darle rápidamente un vistazo a mi calendario tan pronto como me dispongo a iniciar mis actividades.
Paradójicamente, algo que me da mucha sensación de control es echarle un vistazo al calendario de ese día al final de mi día anterior. Justo antes de terminar la jornada, reviso rápidamente que tengo agendado como actividades fijas al día siguiente.
Esto me permite crear una imagen mental de los puntos fijos de la jornada por venir, y me permite tomar los recaudos necesarios en caso que deba preparar algo antes.
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