¿Eres fanático de la regla de los “2 minutos”? No seas demasiado
estricto …
Creo que muchos
coincidirán conmigo en que la regla de los “2
minutos” es uno de los aportes concretos de GTD a la productividad personal que te provoca resultados casi
inmediatos. Si leiste el libro de David Allen seguramente ésta regla te trajo muchas ventajas, y notaste
un cambio importante y favorable en tu manera de trabajar al ponerla inmediatamente
en práctica.
¿Pero que pasa si…?
Ahora bien. ¿Qué
pasa si lo que tienes que resolver no te toma 2 minutos o menos? Imagina que evalúas que algo te toma un poco
más. Y digamos 5 minutos para no caer en la tontería de discutir la nimiedad de
que sean 3.
Si eres demasiado estricto con el criterio de los 2 minutos, lo que ocurrirá es que una tarea que toma tan poco tiempo como 5 minutos puede caer sin más en tu larga lista de temas por encarar. Cuando te la pudiste sacar de encima en tan sólo 5 minutos… 5 MINUTOS!
¿¿¿Tiene sentido???
La idea subyacente detrás de la regla
Sin caer en la
tontera de decir que las reglas están para ser violadas, voy a insistir en que
tienes que ser flexible como he
sugerido innumerables veces.
“El espíritu de la regla de los “2 minutos” es que si una
actividad puede ser resuelta en un período de tiempo previsiblemente corto,
conviene hacerla y no postergarla usando algún otro criterio de priorización.”
Esto baja tu
lista de pendientes y reduce el stress porque liberas tu cabeza de esa
preocupación.
¿Quiere decir que
podrías extender la regla de los 2
minutos a tareas que requieran 5, 10 o 15 minutos?
Si se justifica SI, por
supuesto!
El límite de 2 minutos no es una muralla de fuego que te produce heridas
irreparables en caso de que no la respetes. Es una guía. Una pauta. Un
criterio que te ayuda a tomar decisiones.
¿Y por qué no
30 minutos? Nadie dice que no. Si, por ejemplo, dentro del panorama de
actividades tienes cosas que sabes positivamente que no podrás cerrar hoy, pero
también tienes una tarea que con dedicarle 30 minutos de muy buena atención la
liquidas ¿te atreverías a decir que no te conviene hacerla ya mismo???
En Resumen
Al igual que
las leyes, las reglas tienen un cierto “espíritu” como bien diría nuestro buen
amigo el Barón de Montesquieu.
Utiliza la regla de los 2 minutos
asimilando este espíritu para tomar las mejores decisiones sobre el uso de tu
tiempo.
Si algo que
debes hacer toma poco tiempo, más allá de sea un poco más de 2 minutos, no lo dudes. Hazlo!...
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