Una vez que encaras la tarea de mejorar tu organización y productividad personal
es necesario que tengas en claro cuál va a ser el centro de tus desvelos.
Sí. Estamos hablando del más escurridizo de tus recursos: “TU TIEMPO!”
Sí. Estamos hablando del más escurridizo de tus recursos: “TU TIEMPO!”
El haber
decidido tomar el toro por las astas en lo que respecta a tu organización y
productividad personal es un gran paso sin dudas. De esos que marcarán tu vida
para siempre. Y para bien.
Pero una de las preguntas clave que tendrás que hacerte es:
Pero una de las preguntas clave que tendrás que hacerte es:
¿Sobre cuál aspecto del tema
debo enfocar mis mayores energías?
debo enfocar mis mayores energías?
¿Por dónde empezar?
Puedes comenzar
el proceso de mejorar por donde quieras, pero es bueno que vayas asimilando la
idea de que al final de cuentas terminarás siempre girando detrás de un mismo
concepto:
El tema central es cómo administrar
de la mejor manera el más valioso,
escurridizo y escaso de tus recursos:
"TU TIEMPO"
de la mejor manera el más valioso,
escurridizo y escaso de tus recursos:
"TU TIEMPO"
Y al tratar de hacerlo “mejor” tendrás que poner el énfasis en cómo hacerlo de la manera más eficaz y eficiente. Simplemente porque quieres obtener los mejores resultados en el menor “tiempo” posible.
Productividad
es una palabra que relaciona la cantidad de un producido por unidad de tiempo.
En el caso de la productividad personal, lo que buscas es "incrementar la
cantidad de cosas hechas en el tiempo que tienes disponible”.
Esto requiere
que apliques una cantidad de técnicas y estrategias de “organización” que
incrementarán “tu capacidad de hacer más cosas en menos tiempo”.
¿Pero cuáles cosas?
He ahí la clave: principalmente aquellas que están relacionadas con tus metas.
Tendrás que tomar decisiones
Al avanzar sobre tu gestión de tiempo vas a encontrarte
con el problema básico que enfrenta todo ser humano para asignar el tiempo disponible:
¿“Hago A, o hago B”?
Y prepárate
porque ciertamente tendrás que “elegir”, así como deberás mejorar tu habilidad
para tomar más y mejores decisiones. Ah, y ten en cuenta de paso que también es
posible que debas hacerlo cada vez más rápido. Quizás al progresar te
encuentres con que tengas que hacerlo más rápido de lo que jamás pensaste.
Empieza a grabarte esto en tu mente. Para poder elegir, y hacerlo bien (lo que es aún más importante), lo que deberás lograr es tener claras tus prioridades. Si no tienes claro que cosas tienen para tí más o menos importancia, te será prácticamente imposible tomar decisiones en el escaso tiempo que tengas para hacerlo, o aún peor. Decidirás mal...
Y deberás dedicar tiempo para “pensar”
El tiempo no es
más que un recurso. Pero tiene algunas particularidades. Es fijo y por ende
finito. En sólo 24 hs diarias a disposición deberás calzar todas tus obligaciones y deseos.
No hay atajos para
evitar este proceso, el cual requiere apartar algo de energía y (otra vez) tiempo
para pensar. Y pensar es un
esfuerzo que no todos quieren hacer, pero tú, que tienes la certeza de querer
mejorar para alcanzar tus más ambiciosas metas, deberás hacerlo.
Tendrás que
pensar para definir tus metas. Tendrás que pensar para planificar como
alcanzarlas y a través de ese derrotero tendrás que pensar para identificar con cuales recursos
cuentas, cómo usas mejor los que tienes y como consigues los que no tienes.
¿Debo invertir tiempo para obtener “tiempo”?
Es muy
interesante cuando te das cuenta que debes “invertir tiempo para obtener más tiempo”.
He ahí el arte de la organización y la productividad
personal. Al igual que una inversión hecha de capital monetario, el tiempo dedicado
a todo lo relacionado con tu organización y productividad personal es una “inversión”.
Una inversión que te dará un retorno hecho de la misma moneda: tiempo. Cuánto
más hábil seas para invertir, más tiempo obtendrás como “renta”.
Y cuando
adquieras esa habilidad verás que es una de las inversiones más rentables que
puedas hacer. Porque te permitirá hacer mejor lo que sea que hagas. Ampliará
tus opciones, liberándote espacios de tiempo que antes tal vez no tenías
disponibles en medio de un bosque de obligaciones a las que respondías en forma
reactiva.
También te
brindará criterios para tomar decisiones en los momentos críticos, que son
aquellos cuando el caos parece imperar y en los que aquellos que tienen claro
lo que quieren y lo que deben hacer para obtenerlo se adelantan a los demás.
Aquí es donde una pequeña diferencia te hará una “gran diferencia”.
Resumiendo
Asimila la idea
de que si quieres mejorar tu organización y productividad personal deberás
aprender a usar mejor tu siempre escaso recurso que es “tu tiempo”. Aprende a dominarlo y a ponerlo cada vez más bajo tu
control. Para ello deberás tomar decisiones, para lo cual es imprescindible que tengas claras tus prioridades. Y además tendrás que invertir también
tiempo y esfuerzo para definir cuáles son tus metas para no apartarte del
camino en el caótico mundo que tienes enfrente.
Pero créeme. Vale
la pena…
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