Adoptar un
sistema de organización, cualquiera que sea, es un buen camino para poner orden.
Mi esquema de
organización puede ser el más eficaz del mundo pero si lo “dinamito” con
regularidad no podrá funcionar nunca. Tengo que ser ordenado toda vez que pueda, y
si no lo soy incorporar entonces el hábito a mis costumbres de alguna manera.
Desde muy chico me inculcaron el ser ordenado. No obstante, con los años incorporé además la
habilidad de convivir con cierta dosis de caos, algo que es muy útil por cierto
en este alocado mundo en que vivimos.
Pero
no por eso dejo de poner esfuerzo en encauzar mis cosas a diario. ¿Por qué? Porque el universo tiende a salirse de curso con facilidad y una cosa es tener que
lidiar con un problema fuera de control y otra muy distinta es tener que
hacerle frente a múltiples fuerzas afectándome simultáneamente. Es la mejor
manera de entrar en situación de stress y multiplicar las chances de tener que
dejar problemas sin resolver. No, gracias. Paso.
Un
típico caso de esta manía en tratar de mantener mis cosas ordenadas es que
cuando recibo un documento que tengo que almacenar, si puedo siempre trato de
guardarlo en el preciso lugar en el que debo dejarlo dentro de mi Sistema de Archivos. Sólo si estoy en medio de otra cosa más importante y realmente no
puedo dedicarle el tiempo a ver donde me conviene guardarlo, lo dejo en la
bandeja de entrada. Ahí ésta cumple un papel que para mí es inestimable. El
elemento no queda en cualquier lugar. Si no está donde debería, hay un único
sitio donde encontrarlo
Por
supuesto me dirás: “si vacías tu carpeta IN durante tu revisión diaria eso no
te ocurrirá, porque a lo sumo al día siguiente tu sistema entrará en caja”.
Bien, lo entiendo. ¿Pero que pasa si la vorágine del día siguiente me impide tomarme el tiempo de guardar todo ese material que quedó sin clasificar?
Bien, lo entiendo. ¿Pero que pasa si la vorágine del día siguiente me impide tomarme el tiempo de guardar todo ese material que quedó sin clasificar?
Simple:
acumulo más desorden para procesar en mis ratos libres, que por cierto no
abundan.
Honestamente,
enviarlo derecho y por defecto siempre a la bandeja de entrada (IN) me genera
una carga acumulada para vaciarla después que a mi entender es contraproducente.
A la velocidad en que recibimos material en este mundo digital, dejar archivos
en un sitio para ordenarlos después es una práctica que puede descarrillar
nuestra organización con demasiada facilidad, y uno de los requisitos para mi sistema de organización es que sea “confiable”. Aquí entra en juego el balance,
el sentido común o como quieran llamarlo. Si tengo tal nivel de actividad que
no tengo alternativa más que guardarlo después, uso la bandeja de entrada, pero
si puedo evitarlo, trato de guardarlo lo más rápido que pueda y sigo con lo mío
(es vital aquí tener un rápido acceso al sistema de archivos).
De
igual manera actúo con los papeles. Cuando pasan por mis manos, si luego de
usarlos necesito guardarlos, lo hago de inmediato y sin dudarlo. Si no los
necesito más, van derecho a la basura en un segundo. Si puedo aprovecharles
espacios en blanco, siguiendo la tendencia ecológica de nuestros días, tacho lo
que ya usé para no confundirme y me lo quedo en una pila aparte para usar de
borrador en otra oportunidad. Y sólo si tengo que hacer algo más importante que
no puede esperar y no tengo alternativa, lo dejo en mi bandeja física “IN” para
ordenarlos después. Esto último es siempre la excepción.
En Resumen
Estas
costumbres me ayudan a mantener mi escritorio libre de papeles al igual que la
información en mi computadora fácilmente accesible. Y las ventajas de tener las
cosas ordenadas como norma de trabajo superan por mucho el pequeño esfuerzo
cotidiano de poner cada cosa en su lugar. Es un hábito valioso que debemos
cultivar y propiciar en nuestro ambiente laboral y familiar, sin caer en
exageraciones pero con la suficiente firmeza para que sea haga tan natural como
el respirar. El rédito que nos dejará realmente lo justifica.
Chevere su entrada, la verdad es algo que he notado, pero en lo que sigo fallando es no archivar los papeles tan pronto los uso, cuando llaman sobre un tema que estaba en esos soportes adiós orden, póngase a buscarlos.
ResponderEliminarTu blog esta acumulando muy buenas entradas.
Felicitaciones.
Juan Carlos Hoyos Posada
Muchas gracias por tu comentario Juan Carlos.
ResponderEliminarSaludos
JC
Es fundamental "ser ordenado" como tu dices, a mi no me enseñaron exactamente a ser ordenado como tal, sino a tener esa apariencia ( lo cual no significa que lo sea), es algo que fue aprendiendo y sigo aprendiendo con el tiempo. Por eso a mi hija intento inculcárselo con una pregunta muy sencilla cuando busca algo que no encuentra: Lo has dejado en su sitio?
ResponderEliminary cuando le pido que recoja los juguetes con los que ha estado aprendiendo algo le digo que lo guarde en su sitio, entonces me pregunta,
-y cual es su sitio?
-Eso lo tienes que decidir tu misma, donde tu quieras.
Saludos