Pocas cosas son tan nefastas para la
productividad personal como la incapacidad de identificar y actuar sobre las
cosas verdaderamente importantes. De a las cosas la importancia que realmente
tienen. Ni más, ni menos.
Si uno quiere
aprender a priorizar de manera efectiva y eficiente, debe aprender a darle a
las cosas la importancia que realmente tienen. Esto se aplica tanto a la
organización personal como a cualquier otro aspecto de nuestras vidas, pero en
el contexto de nuestra capacidad de hacer es dónde más puede palparse el
resultado de su aplicación.
La primera definición
que arroja el diccionario de la Real Academia Española a la palabra “importancia” es la siguiente:
1. f. Cualidad de lo importante, de lo que
es muy conveniente o interesante, o de mucha entidad o consecuencia.
Me detengo un
instante en la última parte de la definición anterior:
“entidad o consecuencia”
Las cosas importantes
son aquellas que tienen “mucha entidad o consecuencia”. Conscientemente quiero
evitar entrar en ésta etapa en la discriminación entre consecuencias positivas y
negativas o qué consecuencias son más graves que otras. Las relaciones entre
unas y otras surgirán de las valoraciones personales. Este análisis que
propongo es más bien anterior.
La esencia de una
cosa importante es que habrá una repercusión relacionada con ella, es decir que
toma forma la existencia de una relación de “causalidad” de ese algo con un
resultado posterior. Resultado al que también conocemos como “efecto”.
En lo que se refiere
a la organización personal, cuando organizamos nuestras actividades por tareas
o “siguientes acciones”, ya sea de manera aislada o en el marco de un proyecto,
la relación causa efecto se refiere a la realización efectiva de la acción o
tarea y luego a su “consecuencia esperada”. Como no podemos adivinar el futuro,
recurrimos a nuestra experiencia e imaginación para especular con que conocemos
la relación causal entre la acción y el resultado esperado. Esto es el concepto
de la “planificación” en su manifestación práctica más elemental.
Cuanto mejores sean
los conocimientos del actor, ya sea por haber estudiado bien la teoría o por
haber aprendido directamente de la práctica, mejor será la previsión de las
consecuencias de una acción dada. Tanto las buenas como las malas.
Si la evaluación de
las consecuencias es deficiente, fallará estructuralmente la base para la toma
de decisiones que tiene lugar a posteriori, dando lugar a resultados
insatisfactorios. Y esto aplica tanto a la existencia de acción como a la omisión
de la misma.
A modo de ejemplo, imaginemos
por un instante haber considerado erróneamente que la realización de un reporte
no tiene consecuencias efectivas. Luego, de acuerdo a nuestra valoración
personal, otra tarea de mayor
importancia para nosotros es “priorizada”, y realizada en lugar del
reporte. Supongamos que hablamos de la capacitación sobre un tema específico
(claramente nuestra capacitación es MUY importante).
Ahora supongamos que
ese reporte estaba destinado a ser revisado por alguien de mayor
responsabilidad quien al carecer del mismo toma una decisión equivocada.
¿Dónde estuvo el
error? ¿En el proceso de priorización o en la falla al evaluar las
consecuencias de cada una de las tareas?
Evaluar de manera
inadecuada la importancia de las tareas es tan catastrófico para nuestra
productividad personal que el solo hecho de detenerse un par de segundos a
pensar cuál es la consecuencia de la realización de cada acción vale oro. Podemos
decir que es una variante de la recomendación de “pensar antes de actuar”. Aquí
diríamos “piense en las consecuencias antes de priorizar”.
No se pueden tomar
decisiones efectivas sin una valoración adecuada de la importancia de la acción
a considerar. Y ésta está íntimamente ligada a las consecuencias de dicha acción.
Dele a las cosas la importancia que realmente tienen y luego priorice. Así
podrá confiar en la calidad de su juicio, especialmente cuando el tiempo para
pensar sea escaso.
Enlaces Relacionados
- Bibliografía Recomendada
- Saber Priorizar es Fundamental
- Pensar antes de actuar
- Frases y Citas - Acción
- ¿Puede ser Urgente pero no Importante?
- GTD y la Matriz de Eisenhower para priorizar tareas
(por El Gachupas) - Planes vs Realidades
- Planificación y Organización - Dos Caras de una Misma Moneda
Comentarios
Publicar un comentario