A todos los efectos es válido considerar al tiempo como "un bien
escaso" que requiere de una administración inteligente para sacarle el mayor
provecho...
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Las reglas del tiempo son bien conocidas. La cantidad que disponemos de él es limitada, fija e inmutable. Su paso es inexorable.
“El tiempo es dinero”. “El tiempo pasa”. “No desperdicies tu tiempo”.
Todas frases famosas acuñadas a lo largo de los siglos para recordarnos que no debemos perder nuestro tiempo, porque disponemos de él en una cantidad limitada. El día tendrá siempre veinticuatro horas. Ni una más. Ni una menos.
Existe un concepto un tanto engañoso en la idea de “ganar tiempo”. En principio esto no es posible. Estamos en condiciones de operar sobre la cantidad de tiempo que demandan las actividades en las que nos vemos envueltos, pero no estamos en condiciones de alterar el tiempo.
La noción del tiempo como un bien escaso se basa en el principio económico por el cual “las necesidades son siempre ilimitadas, mientras que los recursos son siempre escasos”.
“El tiempo es dinero”. “El tiempo pasa”. “No desperdicies tu tiempo”.
Existe un concepto un tanto engañoso en la idea de “ganar tiempo”. En principio esto no es posible. Estamos en condiciones de operar sobre la cantidad de tiempo que demandan las actividades en las que nos vemos envueltos, pero no estamos en condiciones de alterar el tiempo.
La noción del tiempo como un bien escaso se basa en el principio económico por el cual “las necesidades son siempre ilimitadas, mientras que los recursos son siempre escasos”.
El tiempo es oro y el perderlo es el problema que tenemos hoy en día, lo digo desde el punto de vista del trabajador, es que hacemos mil cosas al final del día pero no acabamos nada y no sabemos bien en que hemos gastado todas las horas que estamos trabajando. Cosa que puede llegar a ser muy deprimente. Es como una enfermedad y cada vez es peor. Menos gente en las empresas y a los que quedamos, que podemos dar gracias, nos dan muchísimo más trabajo. Y no se dan cuenta que esto es tirarse piedras sobre su tejado pues la productividad llega a reducirse de manera alarmante. Desde hace cosa de unos meses las cabezas pensantes de mi empresa investigaron un poco en el mercado y vieron que existía un software que podía acabar con la mala gestión del tiempo. No me gusta poner nombres porque no me parece correcto, pero creo que esto es la Panacea, es el REMEDIO!! www.workmeter.com. Espero que toda la gente que se encuentre en situaciones difíciles frente al tiempo le eche un vistazo porque es EL PROGRAMA.
ResponderEliminarTu comentario es muy frecuente en el mundo corporativo (y el no tan corporativo también). Los ajustes en tiempos de crisis son siempre traumáticos, y casi siempre pasan por un proceso de prueba y error. En ese espacio de tiempo el asunto se complica mucho. Aquellas empresas que acierten en el uso de sus recursos sobrevivirán, y aquellas que no... Ya sabes.
ResponderEliminarPersonalmente, un sistema que mide la productividad de esa manera no me gusta. Me recuerda la película de Chaplin: Tiempos Modernos. Me parece más correcto medir resultados, que son las cosas que verdaderamente interesan. Si una persona puede en la mitad de tiempo ser más productiva porque le dio a su mente un recreo cuando lo necesitaba, es mala decisión penarla respecto de otra que aparentemente trabajó mucho pero al final del día no llegó a alcanzar el resultado porque bajo su rendimiento por no manejar bien sus tiempos. Muy debatible por supuesto y altamente dependiente del tipo de actividad.
Muchas Gracias por tu comentario.