Tráguese ese Sapo, de Brian Tracy es una sana lista de
recomendaciones sobre cómo encarar con decisión cuestiones importantes pero que
evitamos hacer por diversos motivos.
La verdad es que un poco
por haber leído Metas,
también de Brian Tracy, tenía un poco de prejuicio sobre encarar la lectura de “Tráguese ese Sapo”. Las
constantes apelaciones del autor "a las fuerzas
del universo" sencillamente me producían rechazo.
Dicho lo anterior, puedo
decir que el libro es “altamente recomendable” para mejorar significativamente
una cantidad de aspectos relevantes de la productividad personal. Y lo mejor de
todo es que lo hace de una manera muy didáctica y efectiva para transmitir las
ideas, como pude observar en mi lectura previa. Los capítulos están muy bien
organizados, y son cortos. Es un tipo de lectura llevadera que hace que el
libro se recorra muy rápido, casi sin esfuerzo. Es más, es tan bueno que he
decidido incluirlo en mi lista de Bibliografía Recomendada.
Vayamos entonces a la
cuestión del contenido. Como muchos de los lectores de este blog saben, para mí
saber priorizar es fundamental.
La elección de cuáles acciones se deben anteponer a otras es decisiva en lo que
hace a la calidad y resultados de nuestro trabajo, así como en una buena
administración del bien más escaso que todos disponemos: nuestro tiempo.
Tracy enfoca el problema
de la priorización de las tareas más importantes, las de mayor repercusión en
nuestro trabajo. Y como muchas veces éstas son las más feas de encarar, el las llama “Sapos”, por lo
tediosas y largas o porque sencillamente no nos gusta hacerlas aún sabiendo que
son importantes.
Y nos dice sin
ambigüedades: viejo, si quieres ser realmente productivo, “trágate ese sapo a
la primera y de una sola vez si puedes”, y luego pasa a otras cosas. Quitado el
sapo del medio, la perspectiva del resto de tu día cambia radicalmente.
Más allá que la
recomendación es excelente, el autor le pega de paso a otro tema importante. La
tan mentada “procrastinación”. Esa que hace que retrasemos las cosas que
sabemos que debemos hacer. Si uno adopta la filosofía de tragarse los sapos de
una y a la primera de cambio, no puede menos que terminar pegándole un tiro en
la frente a la procrastinación.
Por supuesto la obra
abunda en muchas otras recomendaciones, muy buenas en general. Como todo, a
cada uno le pueden servir unas más que otras.
Especial mención quisiera
hacer sobre el capítulo 5, el cual da un método de priorización que me parece
terriblemente efectivo. Mi sugerencia es en general trabajar con hasta tres (3)
prioridades, pero su método ABCDE merece ser considerado y seguramente a mucha
gente le puede resolver de manera práctica como asignar orden a las listas de
tareas, ya sean “largas o cortas”.
Si bien lo leí en versión de ebook, como algunos saben, me siguen gustando los libros tangibles, pero
decidí comprarme una tablet en su momento para, entre otras cosas, poder leer cómodo material en formato digital.
En esencia el libro es un
compacto de excelentes recomendaciones sobre aspectos actitudinales para
mejorar nuestros resultados, pero termina de paso ofreciendo técnicas sencillas
(mis preferidas) y efectivas (las prefiero aún más) de organización personal.
Creo sinceramente que es uno de esos libros que no debería faltar en la
biblioteca personal de nadie que quiera mejorar su productividad.
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